Perdona blog por olvidarte todo este tiempo, pero estoy trabajando y ya sabes… aunque, a pesar del entretenimiento que estoy teniendo este mes, ya ves como vuelvo a tener motivos para escribirte.
He sacado dos conclusiones en este tiempo:
1º Bailar sigue siendo la única forma que encuentro de sentirme mejor anímicamente, es decir, sigue siendo mi psicólogo particular.
2º No soporto a la gente optimista pero, más aún, a la gente que aceptando la realidad con resignación sigue empeñada en ser optimista (lo cual es una contradicción porque si afirmas que la vida es así de perra porque seguir creyendo que vas a encontrar al hombre de tu vida algún día) no entiendo…
La situación que me llevó a esta segunda conclusión tuvo lugar el día de ayer. Mi mejor amiga y yo quedamos con una antigua amiga del colegio (habíamos quedado supuestamente con dos antiguos compis del cole, pero al parecer nuestra amiga no gestionó demasiado bien el asunto así que nos quedamos las tres solas). Ante este hecho mi vieja amiga quiso animar la tarde ferial que empezaba diciendo que esa tarde "encontraríamos al hombre de nuestras vidas". Yo, por supuesto, no dije nada, prefiriendo tomármelo a broma (espero que realmente lo fuera porque que una mujer de mundo con 26 años diga eso me resulta surrealista a estas alturas). Así que empezamos nuestro recorrido por sitios de baile dejándonos llevar por el chumba chumba y demás música pachanguera de fiesta sin ningún otro problema que no fuera algún tontillo que intentó de manera desafortunada ligar con alguna de las tres y que nos quitamos rápidamente de encima. Luego nos llamó uno de esos antiguos compis que estaba por allí también de fiesta y tuvo el detalle de ir a saludarnos y llevarnos a la disco donde estaba con su pandilla. El calor y el humo hicieron que mis compañeras de baile féminas se cansaran y decidieran dar por terminada la jornada de baile. Yo, un pelín decepcionada, tuve que aceptar su decisión y marcharme también ya que tampoco me apetecía quedarme allí, rodeada de machos en celo, con todo ese calor y humo y aguantando la música rallada que no sé quién coño ponía, pero desde aquí digo que mejor que lo echen ya a la calle.
Así terminó la que se esperaba iba a ser una gran tarde de marcha ferial (a las 20 hrs cuando mi amiga me dijo que nos darían las 23 por lo menos), aunque todavía faltaba el detalle final de la conversación en coche. Yo, cuando bebo y me pongo alegre, hablo más de la cuenta (ya lo hago de por sí) y no sé cómo pero llegue a encontrarme en una de esas conversaciones sin salida que tanto me gustan (pongo aquí una nota de ironía) en la que l@s participantes intentan convencerme de que la vida y el amor no es tan malo, que es así, y que porque nos hallan dado palos no tenemos por qué renunciar a encontrar al príncipe azul/hombre de nuestra vida. Y yo pienso… rollo rollo y más rollo. Es que no se dan cuenta las mujeres que lo único que hacen con eso es seguir alimentando el monstruo de la ilusión? Estoy (y parafraseo a una compañera de trabajo un poco bastante vulgar) HASTA LA PIPA de tontas que creen en el príncipe azul o el hombre de su vida; “si te ha pasado todo eso es por algo” “eso es que todavía no te ha llegado el tuyo” y mi favorito “te llegará” acompañado de un movimiento afirmativo de cabeza… ainsss mujeres de la tierra, no os dais cuenta que seguís haciendo perdurar con esas creencias babosas el cliché al que tantas mujeres se ven sometidas desde hace siglos? No os dais cuenta que sois una versión en tamaño grande de las niñas que juegan a ser princesas Disney? No aguanto tanta estupidez y menos en mujeres del siglo XXI (se dice pronto) me rebelo contra esas mujeres porque me dan nauseas al oirlas hablar y más aún cuando ellas mimas conocen a esos supuestos príncipes azules de timo y afirman que lo que buscan es solo f…r. Entonces qué? Por qué te empeñas mujer, en seguir jugando a encontrar al príncipe azul? Por qué dices una cosa y luego dices otra? Mi no entender.
Puede que sea un instinto en la mujer a creer en lo imposible, aunque yo más bien creo que es una convención social, un rol que tenemos asumido desde la infancia porque así nos educaron nuestras mamis (ellas son más culpables, las más machistas) y nuestros papis, aderezado con todo ese universo de la publicidad, el cine y la televisión (importante medio educativo, o des-educativo como prefieras, desde los 80). A mi parecer, estas mujeres adultas han aceptado los palos y han aprendido que todo no es tan bonito en el amor, hasta ahí bien. Pero en vez de aceptar la realidad con visión de futuro, siguen empeñadas en caer en un nuevo palo al seguir alimentando la fantasía del príncipe azul. Es que acaso necesitamos esa ilusión para ser felices? Para tener esperanza? No somos capaces de asumir la realidad entera? Tenemos que seguir creyendo que existe el hombre perfecto para nosotras, el que nos querrá con nuestras virtudes y defectos, el que nos amará para toda la vida, se casaron y comieron perdices? Que babosada… yo prefiero seguir pensando que eso es un cliché social creado para someter a la mujer, para que no se vuelva “casquivana”, puede que incluso no creado por el hombre sino por la mujer (sorpresas te da la vida) pero claro… en el coche eran dos contra una…
PD: siento la entrada tan larga pero necesitaba soltar todo esto ya que ya no puedo desahogarme con nadie